Imagen: Oliver Hihn
Artículo

Sembrando paz en el Interior y en el exterior

9/4/2023

Quisiera comenzar este escrito con un par de imágenes y que simplemente te dejes sorprender por cada una de ellas, sólo te pido que las observes lentamente y que bajes tu mouse muy despacio para ir al ritmo de mi propuesta y sientas lo que te sucede con cada una de ellas intentando experimentar lo que te evocan.


Si quieres ir un poco más allá, te invitaría a que escribas lo que te sucede con cada una de las fotografías aquí mostradas antes de continuar con la lectura del artículo.


Te pido en este momento que te atrevas a ser curioso como un niño y vayas observando muy lentamente, comienza por tu respiración, tu postura corporal, el parpadear de tus ojos, el movimiento ligero que hacen tus manos para deslizar la pantalla y así poder explorar dentro de ti. En ocasiones hay que ir muy despacio para poder encontrar algunas claves y respuestas para ti misma(o) y luego entonces, poder ir al encuentro con el otro.


Déjate experimentar aquello que te evoca esta imagen, sólo te pido que le abras espacio dentro de ti. Permítete ser inter-penetrado por la fotografía y detente a sentir!!!


Ahora cierra tus ojos por unos minutos solo respira suelta la anterior imagen y observa la siguiente:



¿Qué sucede ahora cuando te permites entrar a este lugar? Sólo obsérvalo y quédate en plena quietud sintiendo tu cuerpo.


En ocasiones entramos en contradicciones dentro de nosotros mismos, pareciera que hay una cultura de encumbramiento de ciertas emociones y la evasión o negación de otras, colocando de esta forma al individuo en un lugar de gran conflicto interno.


Es en este preciso lugar, en donde se genera una guerra interior y una enorme batalla sin siquiera detenernos a investigar desde un análisis crítico, sin observar qué nos está sucediendo, ¿es posible que estas energías, emociones y sentimientos puedan coexistir al mismo tiempo dentro de nosotros mismos? ¿Qué nos sucede como seres humanos cuando vivimos polarizados o fragmentados?


Pienso que más que evadirlas o esconderlas es necesario iniciar un diálogo abierto, con una mirada mucho más clara de lo que nos sucede. Haré mención a la palabra Vipashiana, siendo el vocablo vi un aumentativo; y pashia: ver, contemplar, comprender correctamente. Vipassana (en español), es una técnica de meditación iniciada en la India y es denominada como la “visión penetrante” (Goldstein y Kornfield, 2012, p. 21).


He tenido la suerte de haber aprendido y ser practicante de este tipo de meditación desde hace 16 años. Esta práctica me ha proporcionado un gran reto y me ha dado la posibilidad de poder ver con mayor claridad y comprender las cosas tal como son; aún cuando las condiciones que se me han presentado no son las que en ocasiones he deseado o esperado.


Ver con claridad es dejar nuestras interpretaciones, nuestras expectativas, lo que hubiéramos anhelado que aconteciera, o lo que no quisiéramos que sucediera, es ver cada situación a cabalidad con una mirada transparente.


Mediante la práctica cotidiana de Vipassana he podido acercarme un poco más a lo que existe en mi cuerpo, en mi corazón, en mi mente y en el mundo que me rodea, para así tratar de generar nuevas opciones en lo individual, en lo familiar, en lo comunitario y quizá haciendo esto pueda participar activamente para sembrar paz ante todo lo que actualmente sucede a nuestro alrededor.


Hoy en día hay grandes encuentros, conferencias, debates, conversatorios, programas de educación, acuerdos tanto nacionales como internacionales, para alcanzar una cultura de paz alrededor del mundo entero.


Dicha intención es totalmente loable y de vital importancia, es no rendirse ante tantas adversidades y conflictos que actualmente se hacen mucho más evidentes como, por ejemplo: la actual pandemia, los procesos de duelo y de pérdida en muchos sentidos, la injusticia siendo ésta cada día mayor, la desigualdad social y económica, el racismo, los tribalismos, las ortodoxias fundamentalistas y los feminicidios que afectan tanto a nuestro país como a otras latitudes de la tierra.


Hoy más que nunca, no hay que detenerse, por el contrario, hay que seguir avanzando desde lo individual hasta lo global en varios aspectos; para que tal vez un día logremos una mayor justicia, óptimos derechos civiles y una mejor legalidad para todos los individuos sobre la tierra a través de una cultura de la paz.


En el conversatorio Talking About the Culture of Peace (Hablando acerca de la cultura de la paz) del 16 de junio del 2020 ofrecido por la UNAM se trataron temas sumamente interesantes como la metodología “Dispute System Design” (Diseño del sistema de disputas) propuesta por Janet Martínez para trabajar el conflicto, el cual apoya a que se logre la mediación en problemáticas familiares, comunitarias, organizacionales, internacionales y trasnacionales.


Martínez enfatiza el poner especial atención en la definición de los objetivos que se quieran lograr en cada una de las disputas, preguntándonos ante cada conflicto qué es lo que se quiere alcanzar en cada una de las problemáticas; bien sea la justicia legal de lo sucedido, lograr la equidad entre las partes, que la voz de alguien sea escuchada y atendida, mejorar la relación entre las partes o alcanzar una mediación justa para los involucrados consiguiendo un estado de paz.


En el mismo conversatorio Fernando Navarro Sánchez menciona los términos de polarización y confianza basados en el libro Conformity: The power of social influences de Cass R. Sustein.


Tanto el concepto de polarización como de confianza me parecen primordiales. Desde la polarización podemos pensar que en la medida en que nuestras creencias, pensamientos y lo que cada uno de nosotros considera lo que es verdadero y correcto, es justamente aquí, en este lugar donde surge la división y la discusión de cualquier tema ya sea de religión, de política, de deportes y de intereses dentro de una comunidad.


En las circunstancias antes mencionadas las personas se colocan en los extremos, dejando fuera todos los matices que hay, es decir, entre el negro y el blanco hay un sinfín de variantes y que, al aferrarse a cada uno de los polos es poco probable visibilizar lo que hay en medio dejando afuera la infinidad de posibilidades que existen hasta llegar al otro lugar.


Me parece que lo más importante no es la postura o posición en donde cada uno se encuentre, sino el poder escuchar, comprender y empatizar la forma en que la otra parte observa el mundo para poder dialogar con el otro.


No se trata, ni tampoco es mi propuesta, que tengamos que estar de acuerdo con el otro, es simplemente establecer un diálogo abierto intentando escuchar y comprender una mirada diferente a la mía. Realmente considero que la riqueza del mundo se encuentra en la diversidad de tonalidades existentes en el mundo.


Por otro lado, el concepto de confianza es de vital importancia para lograr una cultura de paz. Cuando se vive en un mundo, en donde es fácil mentirle al otro, en donde es fácil engañar en las redes sociales y manipular a las personas, en donde no hay escrúpulos en matar para robar u obtener poder económico, en donde la denuncia de actos ilegales no tienen respuesta, en donde salir a la calle nos da miedo, en donde la corrupción no puede ser delatada, en donde… simplemente no hay confianza ni en lo que leemos, ni en la información transmitida, escuchamos constantemente contradicciones emitidas por diversos medios de comunicación, por instituciones y organizaciones tanto nacionales como internacionales, me pregunto ¿cómo podremos desarrollar confianza para lograr una cultura de paz?


Para mi sorpresa el último orador en el conversatorio fue el Doctor Clarence B. Jones. Jones fue el abogado y consejero de Martin Luther King Jr. estuvo colaborando con él desde 1960 hasta que fue asesinado. Él le ayudó a redactar la primera parte de la famosa carta que Luther King Jr. escribió cuando estuvo en la cárcel de Birmingham.


Mientras escuchaba sus palabras y lo observaba sentí un gran estremecimiento en mi cuerpo; él está a punto de cumplir 90 años y pude observar su increíble fuerza y su contundencia en seguir trabajando diariamente por conseguir un mundo en donde exista mayor paz y justicia para todos.


Jones mencionó claramente que actualmente se necesitan desarrollar más que nunca habilidades para lograr una comunidad amable y pacífica. Habilidades que desde mi perspectiva deben ser practicadas desde lo individual hasta lo colectivo.


Así mismo, menciona que no pueden coexistir la injusticia y la paz al mismo tiempo. No podemos acomodarnos o conformarnos con el status quo, es necesario rechazar cualquier forma de violencia. Es imperante que se logre una acción directa desde la NO VIOLENCIA.


Estoy totalmente convencida de que para lograr cualquier propuesta de paz es imprescindible comenzar primero viéndonos honesta y amorosamente a cada uno de nosotros.


Pienso que mirándonos con mayor claridad y transparencia seremos capaces de aceptar todas las características que nos conforman a los seres humanos sin rechazar o negar lo que existe dentro de nosotros y será a partir de esta observación cuidadosa, que tendremos mayores destrezas para dialogar tanto interna como externamente con otros y así, hacer elecciones favorables para la comunidad y alcanzar la hermandad humana.


En el libro Terapia Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad humana, de Perls, Hefferline y Goodman (2006) se trata el tema del conflicto y la auto-conquista, comprendiendo este término como aquella decisión que en ocasiones es efectuada bien sea desde afuera, desde la sociedad o simplemente yo mismo aprendo a contenerme, a no mencionar lo que me molesta, a no enviar al exterior aquello que me incomoda, ocasionando digamos una domesticación del individuo.


Esta auto-conquista logra un gran conflicto interno, desasosiego, enojo, inconformidad, frustración y en algunos casos hasta somatización en el cuerpo para poder contener lo que uno va sintiendo.


La propuesta es atreverse a entrar al conflicto sin apaciguarlo. Perls, Hefferline y Goodman (2006) mencionan, la distinción entre la paz positiva y la paz negativa. La paz positiva es aquella donde el enojo llega al agotamiento y se da una solución creativa con el cambio hacia nuevas posibilidades. No existe una sensación de conquista, ni una necesidad de dominar.


Y la paz negativa es aquella, en donde la víctima sigue existiendo y hay un abuso de poder y de dominación. Quizá el sufrimiento ha cedido, se ha evadido o se ha calmado, sin embargo, no hay una vitalización para la persona, ni tampoco nuevas configuraciones para crear algo nuevo y fértil.


El tema de sembrar paz me mueve las entrañas, me lleva y ojalá nos conduzca a todos a observar la gran cantidad de aristas que tiene y que pueden ser abarcadas desde muchos aspectos y miradas. Recuerdo en este instante la canción de Mercedes Sosa titulada Sólo le pido a Dios, canción que no puedo escuchar sin que invariablemente rueden lágrimas de mis ojos.


Pienso que hay que comenzar por uno mismo; es apremiante encontrar nuestros propios monstruos, nuestros miedos, nuestro horror, nuestra desconfianza, nuestro conflicto para que poco a poco logremos regresar al encuentro de nuestra propia luz.


Para finalizar el artículo y desde mi perspectiva es preciso regresar primero a nuestro propio hogar comprendiendo por hogar nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu.


Propongo comenzar a vernos tal como somos, simplemente atrevernos a mirarnos compasiva y amorosamente, sin emitir juicios quitando todo aquello que nubla la mirada llana y limpia hacia nuestro interior.


Para mi la practica de la meditación Vipassana, me ha permitido encontrar mis propias guerras y al mismo tiempo mi propia paz. Encuentro un lugar en donde el sufrimiento, mis polaridades, el desasosiego y la desconfianza encuentran una caricia, un consuelo, una frescura al alma, impregnando mi espíritu de una nueva vitalidad, logrando día con día, una pequeña transformación esperando con ello sembrar paz interior, paz en mi familia, paz en mi comunidad, paz en mi país, paz en el continente y paz en el mundo entero.




Referencias

Goldstein, J. & Kornfield, J. (2012). Vipassana: El camino para la meditación interior. Barcelona: Editorial Kairós.

González, N., Weinstein, D., Martínez, J.  Navarro F., Greenberg, J., Jones, C. (16 de junio de 2020). Talking about culture of peace [Conversatorio]. Universidad Nacional Autónoma de México. Recuperado el 10 de Febrero del 2021, de: https://www.youtube.com/watch?v=bT0hXGNaljM

Perls, F., Hefferline, R., y Goodman, P. (2006). Terapia Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad humana. Tercera edición. España¨Sociedad de Cultura Valle-Inclán.


Créditos de imágenes

Robert Zunikoff y Nils Leonhardt en Unsplash

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