Imagen: Brooke Cagle
Artículo

Sexualidad humana: el gran dilema ¿por dónde empezar?

14/11/2022

Escribir este artículo acerca de este tema es un gran reto, pues valdría la pena preguntarnos ¿cuál es el principio?


Esbozaré alguna información con el objetivo de comprender, cómo es que hoy en día nuestra mirada de la sexualidad es desde mi perspectiva limitada. Firmemente pienso que es indispensable remontarnos, aunque sea de manera breve a este inicio, esperando quizá el tener otra perspectiva o al menos cuestionar nuestra mirada actual.


Así mismo, cabe mencionar que sería imposible en este artículo hacer un análisis detallado de las diferentes etapas que ocasionaron cambios significativos en nuestra concepción actual de la sexualidad humana, por lo que, solo dibujaré algunos con la idea de proporcionar una breve semblanza sin que por ello sean todos.


Empiezo por señalar al período paleolítico, en donde se realizaban rituales de alineación con los poderes femeninos y masculinos del cosmos. La cosmovisión de todo era espiritual; la vida y el placer se encontraban dentro de lo sagrado, sobre todo en el placer físico y es por medio de éste que somos capaces de sentir, es decir, llegar a un éxtasis sexual. La Venus de Laussel es una de las obras básicas para comprender el arte paleolítico representando a la diosa de la fertilidad.


Eisler (2000), refiere que se asocian la vulva y el útero divinos junto con el nacimiento, muerte y regeneración, representando un tema mítico y preponderante en el arte prehistórico. Es probable, que esta asociación comenzara en el Paleolítico, estando presente aún en el Neolítico, que es cuando comienza la agricultura y permanece de diversas formas hasta la Edad de Bronce, como, por ejemplo, las deidades femeninas Arina de Anatolia y Amaterazu de Japón.


De igual modo en antiguas tradiciones de la religión india se consideraba al triángulo púbico femenino un centro de energía divina. Así mismo, en el yoga tántrico se asocia con la energía del kundalini, que al movilizarse mediante el placer sexual va elevándose hasta llegar al éxtasis supremo.


Los sumerios, que es la civilización occidental más antigua en lo que hoy sería Irak, lo más relevante son los himnos a la Diosa Innana; diosa del amor y la procreación, he aquí un fragmento del noviazgo de Innana y Dumuzi (Wolkstein, s/f).

Él formó mi cintura con sus bellas manos,

El pastor Dumuzi llenó mi regazo con crema y leche,

Acarició mi vello púbico,

Regó mi matriz.

Puso sus manos sobre mi vulva sagrada,

Avivó mi estrecha barca con leche,

Me acarició sobre el lecho


Siguiendo con lo simbólico de lo sagrado, en la Cábala se hace referencia a Shekinah, quien es la fuente femenina de la sabiduría divina y establece las normas para que hombres santos encontraran la unión espiritual con ella (Eisler, 2000).


El biólogo húngaro Csanyi (1989), señala que la sexualidad humana ofrece una base biológica para crear una organización social estructurada en donde el dar y recibir eran placeres mutuos.


Aún cuando faltan un sinnúmero de información de estos periodos quiero solamente dejar plasmado, cómo en esta época, la mirada hacia la sexualidad era totalmente diferente a como la conceptualizamos hoy en día. Así mismo, pienso que esta seguirá cambiando a través del tiempo pues las sociedades sufren metamorfosis constantemente.


Por lo tanto, haciendo un resumen breve de lo anteriormente mencionado podemos ver con claridad que; los descubrimientos arqueológicos en la prehistoria muestran que hubo sociedades más pacíficas, la estructura social era más igualitaria. No se encuentran evidencias en donde las mujeres estuvieran subordinadas al hombre. El sexo se observa como mágico y necesario para que la vida continúe y, por último, el énfasis de la mujer no estaba en servir para la reproducción únicamente sino en su gran poder sexual.


Siguiendo con este breve recorrido entonces cabría preguntarse ¿qué fue entonces lo que sucedió en este cambio de mirada hacia la sexualidad humana?


El cambio se da principalmente en las época griega y romana clásica entre los filósofos estoicos (Eisler, 2000). La mirada hacia el cuerpo humano es inferior a la mente y al espíritu. Tiempo después tanto San Pablo como San Agustín tienen una mirada inferior del cuerpo; más quien le da un tiro de gracia a lo natural es San Agustín. Es en este momento cuando entra la noción cristiana en donde el cuerpo humano y en particular el de la mujer es corrupto y demoniaco.


La historiadora Pagels (1990), refiere que San Agustín fue quien apoya una reinterpretación radical de la historia de Adán y Eva, quien le atribuye a Eva la caída del paraíso haciendo que el sexo y el cuerpo humano fueran irreversiblemente corruptos. Es a partir de esta idea que se establece el “pecado original”.


Así mismo Highwater (1990), describe que después de San Agustín tanto el cuerpo como la sexualidad se convirtieron en una forma de castigo divino y que solo pueden escapar de esto a través de la espiritualidad. Y claro las mujeres eran mucho más pecadoras que los hombres y esto es expresado en el Malleus Maleficarum de la iglesia medieval y dice “toda brujería viene de la lujuria carnal, que en la mujer es insaciable” (citado en Eisler, 2000, p. 21).


Es a partir de aquí que se da un cambio radical en los paradigmas o creencias; de tal manera que la idea básica es que el cuerpo humano corrompe el espíritu. La visión de la mujer y su sexualidad ya no se aprecian como sagrada, sino como peligrosa para el hombre. La moralidad, la sexualidad y la espiritualidad están definidas ahora por el hombre. De esta forma se da la alteración de un modelo social participativo a uno de dominación sobre el otro.


De igual manera, se produce el cambio esencial en la construcción social tanto del placer como del dolor. Se establece la superioridad del hombre sobre la mujer y finalmente se genera un cambio dramático en los símbolos de adoración; pues la naturaleza, el sexo, el placer y sobre todo el poder sexual femenino creador y sustentador de vida dejan de ser sagrados.


Este anterior escenario nos brindará la apertura hacia las cortinas de la historia que actualmente vivimos respecto a la sexualidad humana del siglo XXI, pues aún cuando pareciera, que pudiéramos estar en un mejor lugar para vincularnos como seres humanos integrados y conscientes estamos muy distantes de lograrlo.


Actualmente me encuentro muy Interesada en la co-construcción de las relaciones ya sea de amistad, de pareja, de trabajo, y en la comunidad entre otras, me parece un tema apasionante en donde no hay soluciones únicas y universales, pues cada persona va construyendo sus propios significados y respuestas.


Ahora bien ¿desde donde cada persona construye su visión hacia la interacción con el otro? ¿Qué papel juega la forma en que cada uno de nosotros miramos nuestra sexualidad? ¿Afectará mi mentalidad y paradigmas para acercarme y vincularme con el otro?


Desde mi punto de vista actualmente hay mucha información acerca de la sexualidad ya sea en libros, en redes sociales, a través de la música, por medio de videos tanto lúdicos como documentales, mas quizá poco análisis crítico al respecto. Hoy podríamos decir que la mayoría de las personas están informadas, y nadie tiene ni la menor idea de cómo establecer relaciones, tenemos menos contacto, menos conocimiento desde lo experienciado y menos sabiduría.


El tema de la sexualidad humana es tan amplio como el universo, tan amplio como la diversidad de seres humanos que vivimos en la tierra, tan amplio como el espacio que existe en el cosmos, tan amplio como las diferentes culturas y tradiciones.


La sexualidad humana es todavía un tema tan controversial y que aún cuando el ser humano cada día se acerca más a descubrimientos antes impensables, como lo está siendo por ejemplo la ingeniería genética; en donde ya es posible modificar el genoma humano, por medio de la tecnología llamada CRISPR/Cas9 acrónimo que en español significa, repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente interespaciadas.


CRISPR/Cas9 es una herramienta molecular que se utiliza para editar o corregir el genoma de cualquier célula incluyendo las células humanas. Digamos que son tijeras moleculares, que son capaces de cortar cualquier molécula de ADN haciéndolo además de manera precisa y totalmente controlada. Esto con el objetivo de modificar su secuencia, eliminando o insertando un nuevo ADN (Giono, 2017).


Esta tecnología fue diseñada principalmente para evitar enfermedades genéticas y devastadoras para el embrión siendo China el primer país que, en el 2015 modificó genéticamente embriones, claro que esto también conlleva varios debates en muchos renglones como la ética, la biología, la medicina y muchas otras áreas.


Aún cuando tenemos estos grandes avances me pregunto ¿cómo es posible que todavía hay una negación o cerrazón para hablar de la sexualidad humana? ¿qué tanto la mirada del “pecado original” afecta a que no abramos nuestra posibilidad a ser seres plenos y completos y no fragmentados y divididos? ¿Cómo es que seguimos pensando que, negando nuestras sensaciones, nuestras emociones, nuestros “deseos” como lo manejan algunos ascetas es el único camino para lograr lo sagrado y espiritual? ¿Habría hoy en día otras formas para lograr la plenitud, lo sagrado y el encuentro con el otro?


Necesitamos salir de nuestras miradas limitadas para abrirnos a la complejidad del ser humano e ir hacia una mirada más amorosa integrando cuerpo, mente y espíritu; re-vinculándonos y logrando conocernos mejor tanto al interior como al exterior.


Sería pertinente que aprendiéramos a generar una mayor intimidad en nuestras relaciones generando vínculos novedosos y llenos de contacto. Considero preponderante que incluyamos a la sexualidad humana desde un lugar pleno, deseoso, erótico, apasionado, rebelde, tierno, posesivo, de fuerza, de debilidad, de rendición, de libertad, como punto de encuentro y de completud junto con el otro.


Sostengo que, es desde este lugar incluyendo todas las dimensiones del ser humano y su vinculación en tanto persona, desde lo individual hasta lo comunitario; donde quizá pueda encontrarse con la mirada del otro, con pleno regocijo en el otro y tocándose mutuamente en su lugar sagrado.


Indudablemente, en cada uno de nosotros afecta la historia de la humanidad, pues conlleva la historia de la sexualidad desde sus normas, sus acuerdos, sus usos, las prácticas y las diversas formas de expresarlas. Me imagino una impregnación total en nuestro ser; es como si tuviéramos un tatuaje que de una u otra forma afecta nuestro pensamiento, nuestro cuerpo y nuestro espíritu. ¿Podremos lograr una perspectiva diferente?

Venus de Laussel. Disponible en: https://www.researchgate.net/figure/Femme-ou-venus-a-la-corne-abri-de-Laussel-Dordogne-France-dessin-A-Roussot_fig9_335607892


La sexualidad es comprendida de diferentes maneras según la cultura, la época, la región geográfica, la clase social y la etnia.  Así mismo la sexualidad está estrechamente unida a la ética, la moral, la religión, la economía, la política, la medicina y la biología.


Foucault (2009), menciona en su libro La historia de la sexualidad, que las hoy sociedades modernas han ido desde el discurso represivo hasta el incitante, donde hay una invitación constante a ejercer la sexualidad, sin embargo, ambos bajo esta idea de dominación y de poder.


Para terminar mi escrito y esperando que los lectores se motiven a desafiar y cuestionar sus pensamientos acerca de la sexualidad humana quisiera finalizar con las siguientes ideas:  


  • La sexualidad humana desde mi perspectiva no es un obstáculo sino por el contrario una ayuda en la búsqueda de una conciencia superior y formas de organización cultural y socialmente más evolucionadas y equitativas.
  • Se necesita la deconstrucción para así replantear y proponer nuevas formas que nos lleven a la plenitud incluyendo la sexualidad humana.
  • Reexaminar y cuestionar aquellas reglas que promuevan relaciones mutuamente responsables y cuidadosas de aquellas en las que los desequilibrios de poder generan crueldad, violencia e indiferencia hacia el sufrimiento de otros.


En resumen, quiero pensar que a partir de cada uno de nosotros y cuestionándonos el cómo nos vivimos hoy, generemos vínculos plenos de confianza y seguridad. Vínculos que nos permitan danzar con la vida en sincronía, escuchando nuestra propia música y pasión. Vínculos que susciten una desnudez auténtica no sólo corporal sino dejándonos tocar desde la vulnerabilidad para intimar con la otredad. Vínculos que originen puentes multidimensionales para alcanzar al otro y se encuentren en armonía. Vínculos en donde el corazón permanezca abierto y seguro en la intimidad con el otro.




Referencias

Cantos, V. (2015). Comentario Venus de Laussel o “Dama del Cuerno”. Recuperado el 6 de septiembre de 2020, de: https://www.auladehistoria.org/2015/11/comentario-venus-de-laussel-o-dama-del.html

Csanyi, V. (1989). Evolutionary Systems and Society: A General Theory. Durham, NC: Duke   University Press.

Eisler, R. (2000). Sexo, mitos y política del cuerpo. México, DF: Editorial Pax México.

Focault, M. (2009). Historia de la Sexualidad. I. La voluntad del saber. México: Siglo XXI Editores.

Giono, L. (2017). CRISP/Cas9 y La Terapia Génica. Recuperado el 25 de agosto, 2020, de: https://medicinabuenosaires.com/revistas/vol77-17/n5/405-409-Med6753-Giono.pdf

Highwater, J. (1990). Myth and Sexuality. Nueva York: Pengüin.

Pagels, E. (1990). Adán, Eva y la serpiente. España: Editorial Crítica.

Wolkstein, (s/f). Interpretaciones de los relatos e himnos de Innana. Recuperado el 5 de septiembre de 2020, de: http://inanna.iszaevich.net/node/8.html

También te podría interesar